Ropa Limpia, el peligro de la moda rápida
El Centro Superior de Diseño HACER Creativo ha sido sede de una conferencia en la que se ha dado a conocer la identidad y objetivos de la campaña Ropa Limpia formada por una amplia red de organizaciones que lucha por denunciar la práctica de las empresas de moda cuya producción sigue el modelo de explotación de la pobreza, y busca hacer un cambio mejorando las condiciones laborales de los trabajadores en la industria textil.
En el acto también se propuso la colaboración del alumnado con una de las campañas de recogida de firmas actualmente activa en su página web, Good Clothes, Fair Pay, exigiendo un salario digno y justo para estos trabajadores. Todo ello fue expuesto por Eva Kreisler, la coordinadora en España de la campaña.
Entre todos los proyectos que apoya y lleva a cabo Ropa Limpia, se hizo incidencia en el grave problema que supone hoy en día el consumo inconsciente de moda rápida, recordando el colapso del edificio de fábrica textil Rana Plaza y dando a conocer una reciente investigación acerca de la plataforma digital de venta de indumentaria, casi inmediata, Shein. Mientras el primero, comentaron, proyecta un claro ejemplo de la indiferencia con la que son tratadas las víctimas de grandes marcas, y como estas tratan de evadir el escándalo y los cargos legales impuestos aunque sean demostradas directamente responsables, la segunda muestra la apatía y pésimas condiciones laborales con las que se conforman las pequeñas provincias y fábricas chinas que confeccionan toda la ropa que encontramos en Shein.
El Rana Plaza fue un edificio comercial de ocho pisos en Bangladesh, cuya planta baja albergaba pequeños locales y un banco entre que las superiores estaban casi enteramente destinadas a la confección de indumentaria. Aunque se hubiera advertido el día anterior al colapso que la fábrica no era segura, sus trabajadores fueron obligados a volver por los propietarios de la misma y consecuentemente quedaron atrapados bajo los cimientos tras su caída. Más de 2500 resultaron gravemente heridos, la mayoría de por vida, y las casualidades superaron las 1100 personas. Sin embargo, gran parte de las empresas denunciadas por la falta de seguridad laboral y presión ejercida sobre los trabajadores negaron cualquier conexión con el uso de esa fábrica, o pagaron compensaciones insuficientes, incluyendo aquellas cuyas prendas y contratos fueron encontrados entre los escombros.
Se explicó en la conferencia como este no es un caso único, sino el que más impacto causó hasta el momento, y que es muy frecuente tanto que las instalaciones de confección industrial no cumplan con leyes ni medidas de seguridad (tales como salidas de emergencia y extintores), como que las prendas sean etiquetadas fuera de la fábrica, de manera que las marcas que las hayan encargado puedan permanecer en el anonimato.
Hoy en día existen marcas que todavía no han firmado el Acuerdo Internacional para la Salud y la Seguridad en el Sector Textil y de la Confección, abiertamente poniendo así en peligro a sus trabajadores | Fuente: ranaplazaneveragain.org
A raíz de este incidente, se crearon el Accord on Fire and Building Safety en Bangladesh y el Rana Plaza Arrangement, un acuerdo por el cual se trató de compensar económicamente la pérdida de fuente de ingresos a las familias de las víctimas, mientras que la atención pública y dificultad para identificar qué marcas producían en Rana Plaza incentivaron la necesidad de transparencia en negocios como el textil.
Trabajo digno
Entretanto, se explicó que la empresa virtual Shein no solo incumple gran parte de estas medidas de seguridad (pues sus fábricas son en mayoría angostas, carentes de salidas de emergencia y con entradas bloqueadas por el volumen de pedidos y material, algunas incluso disponiendo rejas en sus ventanas), sino que también infringen las leyes laborales chinas estableciendo jornadas de hasta doce horas diarias, sin contrato ni cotizaciones a la Seguridad Social con un salario en el que los trabajadores cobran por prenda. Su empresa matriz, no obstante, se libra de la responsabilidad de remendar estas injusticias citando en la plataforma como sus proveedores deben ser los encargados de asegurarse de que se cumplan todas estas leyes, desvinculándose así de la producción de su propio producto y fomentando la opacidad comercial.
Es un campo en el que se requiere además experiencia, pues para cada par de piezas se necesita emplear un patrón distinto | Fuente: publiceye.ch
Estas son tan solo algunas de las cuestiones que la campaña Ropa Limpia, internacionalmente Clean Clothes Campaign, se compromete a abordar, cumpliendo también la labor de informar y tratar de concienciar al público sobre su importancia. Al tiempo que quedan muchos cambios por hacer, algunos de ellos ya se han cumplido, y algo tan sencillo como firmar una petición online puede llegar a contribuir a la mejora en la calidad de vida de millones de trabajadores en el sector de la indumentaria e industria textil.